Introducción
Creer viene de oír.
Pero “oír” es más que la percepción del mensaje
por el oído y la cabeza. El Evangelio de Jesucristo quiere ser
acogido con todos los sentidos y no en último lugar con el
“corazón”. Hubo en el cristianismo continuamente reediciones del
antiguo iconoclasmo; pero imagen, escena e interpretación son
desde siempre medio para el anuncio en la Iglesia católica.
¿Sabían
ustedes que la palabra “pesebre” ya hace mucho tiempo no es
sinónimo de “pesebre navideño”? Originalmente esto era
cierto; pero con el transcurso del tiempo se ha entendido por “pesebre”
toda representación escénica de los relatos
bíblicos. Por eso hay, en algunas iglesias del sur de
Alemania, pesebres todo el año, que, domingo tras domingo,
representan el correspondiente Evangelio (del orden de Lectura
preconciliar) en escenas a veces bastante lujosas. Determinadas escenas
–sobre todo los relatos de la Pasión– se hallan en o
también delante de muchas iglesias con representaciones
figuradas de un modo semejante al de los pesebres: Así, por
ejemplo, la escena del Monte de los Olivos, con los discípulos
dormidos, el grupo de la Crucifixión con María y Juan y
con frecuencia también otros participantes (sobre todo
María de Magdala), el entierro y el lamento por Jesús,
las escenas de la Resurrección de la mañana de Pascua…
En algunas regiones (por
ejemplo en la antigua Silesia o también en el sur de Alemania)
había y hay la costumbre de visitar en las iglesias desde el
Viernes Santo hasta Pascua, la “Santa Tumba” y allí orar.
También la Santa Tumba es una escena figurada, en cuyo centro
yace el cadáver de Jesús, frecuentemente adornado con
flores y luces funerarias. En tiempos antiguos fue adorado
también en la Santa Tumba, el Sacramento del Altar en una
custodia velada. La velación insinuaba, que ya en la muerte de
Jesucristo está velado el misterio de la mañana pascual.
En consecuencia, en las devociones populares pascuales, fue descubierta
la custodia, Él vive.
Considerado por sí
solo, el relato de la Pasión nos precipitaría en una
abismal desesperación, no habría aquí la clara luz
de la mañana de Pascua y el alegre mensaje de la
Resurrección de Jesús. Los relatos de Pasión y
Pascua juntos forman el núcleo de la fe cristiana: El “misterio
pascual”. Por este motivo siguen a las escenas del pesebre del relato
de Pasión, las escenas del acontecimiento pascual.
Estas representaciones
escénicas hablan a las personas también hoy y pueden
acercarles las tradiciones bíblicas. La “narrativa”, una
teología que se relata, se ha descubierto de nuevo en nuestra
época. Y de teología narrativa se trata también en
los “pesebres”, que nos comunican la comprensión de los fondos y
conexiones teológicas y pueden contribuir a una
comprensión más profunda de nuestra fe. En la
representación de las escenas del pesebre, por consiguiente, se
trata -como en los relatos bíblicos- no de exactitud
histórica sino de anuncio teológico. También se
trata siempre de las personas que contemplan el pesebre con
devoción y que se deben reconocer y entender en el
acontecimiento del pesebre como personas actuantes ellas mismas.
Las escenas aquí
representadas de un “pesebre de Pasión y de Pascua” fueron
concebidas para la Iglesia de Sankt Michael de Göttingen y
configuradas por Waltraud y Markus Eidt, Sylvio Krüger y Heribert
Graab. Tomémonos un poco de tiempo para la contemplación
de las imágenes y para una lectura meditativa de los textos.
P. Heribert Graab S.J
en nombre de todo el equipo