Breve Homilía para el Domingo de Ramos
como introducción a la Pasión

28 Marzo 2010
Pasión: Lc 22,14-23,56
Autor: P. Heribert Graab S.J.
El relato de la Pasión del Domingo de Ramos
es, por así decirlo, la clave necesaria para toda
la Semana Santa.
Esta semana nos exhorta a mirar:
* no a mirar sólo la Pasión de Jesús de hace dos mil años;
* a mirar más bien también la pasión
que atenta contra las personas hasta el día de hoy;
* a mirar todo lo que las personas hoy padecen:
hambre, esclavitud, cárcel, tortura, violación, mutilación, muerte;
* pero a mirar también a todos los sujetos que desprecian lo humano
y que hacen víctimas a otros de forma inmisericorde;
*y no en último lugar a contemplarnos a nosotros mismos:
        el sufrimiento de nuestra propia vida
        y el sufrimiento que también ocasionamos a otros.

En todos los siglos, los cristianos han contemplado su propio sufrimiento y el sufrimiento de su época en el relato de la Pasión de Jesús y
en la esperanza pascual del Reino de Dios prometido y venidero.

Impresionantes testimonios de esto, son, por ejemplo, las cruces de la peste de la Edad Media,

 
Cruz de la peste en St. Georg, Colonia
Pero también el via crucis de la iglesia Regina Martyrum,
un lugar de recuerdo para los mártires de la dictadura nazi.

 

Pongamos ante la vista también el sufrimiento de nuestra época y nuestro propio sufrimiento,
cuando ahora escuchemos en total silencio, de forma reflexiva y contemplativa el relato de la Pasión de Jesús.

También nos podría decir Jesús a nosotros:
“¿Cómo os podéis dormir? Levantaos y orad,
para que no caigáis en tentación.”

Y de Jesús podríamos aprender a orar con Él:
“¡Padre, perdónalos!”