Homilía para el Domingo Vigésimo Quinto
del ciclo litúrgico C
/ 22 Septiembre 2013
Impulsos para reflexionar y orar
Lectura: Am 8,4-7
Evangelio: Lc 16,1-13
Autor: P. Heribert Graab, S.J.
Impulsos para la Lectura de Amós 8,4-7:

1)    Vender, vender, vender…
Ganar, ganar, ganar…
El rublo tiene que circular para dar beneficios sin tener en cuenta que sea sábado o domingo.
Pero, sobre todo, sin tener en cuenta a los débiles y a los pobres.

2)    Con menor cantidad, el precio aumenta.
¿Engaño? Quizás.
O política de precios legal:
Los envasados reducen la cantidad
(por ejemplo, los frascos de mermelada de 500 gr. contienen realmente 450 gr.)
y/o los precios aumentan y esto se oculta
lo más posible.
Incluso los residuos de los cereales se convierten en dinero…
Consultar: falsificaciones de los alimentos hoy.
(Visitar en Internet las páginas de protección al consumidor).

3)    Los desamparados y los pobres “compran”:
Entonces: Esclavitud de las deudas a consecuencia de su insolvencia, de su poder adquisitivo mínimo.
Hoy: sistema de porcentajes, endeudamiento privado, concursos privados…
Ejemplo: La burbuja inmobiliaria en USA y sus consecuencias para el crédito a los constructores.

4)    “Por el honor de Jacob, el Señor ha jurado:
¡No me olvidaré nunca ninguna de vuestras acciones!”
No está en primer lugar la amenaza de castigo, sino sobre todo el alegre mensaje.
El Señor lo ve.
Él tiene siempre ante Sus ojos a las víctimas de la injusticia y de la explotación.
Él está del lado de los débiles.

Impulsos para el Evangelio de Lucas 16,1-13

1)    El ‘administrador astuto’ y los muchos trucos de interpretación de esta parábola ‘sospechosa’…
¿Nosotros la interpretaríamos con gusto?

2)    ¿Por qué no así, tal como está?
En el segundo plano del Evangelio de Lucas hay una relación especialmente crítica con el dinero y la riqueza:
El dinero es ‘injusto’, en todo caso a la vista del Reino de Dios es ‘superfluo’.
El terrateniente tiene más que suficiente;
el administrador ‘astuto’ escenifica una pequeña redistribución de arriba abajo;
el ‘rico’ apenas lo nota,
a los ‘pequeños deudores’ (y naturalmente al propio administrador) les ayuda.
Conseguid amigos con ayuda de estas ‘miserables perras’ –
por ejemplo mediante la participación personal, mediante una política justa (una ‘política de redistribución’), mediante políticas sociales, mediante salarios mínimos, pensiones mínimas, mediante unos ‘ingresos básicos’, o también como siempre…

3)    El Papa Francisco ha dicho hoy a los habitantes de Cardeña:
“Donde no hay trabajo, falta la dignidad. Esto no es sólo un problema de Cardeña o
de Italia o de algún país de Europa, es la consecuencia de una decisión mundial,
de un sistema económico que conduce
a esta tragedia; de un sistema económico que coloca en el punto central a un ídolo, cuyo nombre es dinero.

4)    Y de nuevo dice el Papa Francisco:
“Es la oración, que vosotros habéis gritado aquí en el fondo: ¡Trabajo, trabajo, trabajo!
Es una oración necesaria…
los abuelos y los jóvenes son apartados.
Nosotros tenemos que decir: ¡Queremos un sistema justo!
Un sistema que nos permita caminar hacia delante.
¡No queremos este sistema económico globalizado porque nos perjudica mucho!

5)    “¡Vosotros no podéis servir a Dios y
       al dinero!”

¡Todo esto no está en el manifiesto comunista,
sino en la Sagrada Escritura!