DIE LIEBE IST STÄRKER ALS DER TOD



Ostern
Sieger Köder
Maria von Magdala am Ostermorgen
Wasseralfinger Altar, 1970


Jesus,
der Tod eines lieben Menschen, der Tod eines guten Freundes,
schmerzt tief.
Maria von Magdala verliert am Karfreitag alles - dich.
Auf dem Bild sehen wir sie im Schatten von Golgota.
Hinter ihr türmt sich endlos die Gräberstraße der Welt.

Drei jüdische Grabsteine erzählen:
Alle müssen sterben, Jedermann, »der Mensch, der Weise, der Narr«.
Aber zu viele sterben unmenschlich durch Hunger, Kriege, auf der Flucht,
in der Hölle von Konzentrationslagern,
worauf der heruntergefallene Querbalken eines Kreuzes im Bild hinweist -
Erinnerung an ein KZ in unserer Heimat.

Jesus, ob wir uns wirklich noch erinnern?
Ein zerschossener Helm liegt am Weg.
Der ihn trug, ist vergessen.
Vergessen von den Menschen, nicht aber vergessen - bei dir.

Denn dies kündet unser Bild:
Über Maria von Magdala leuchtet rot auf die Ostersonne,
die unbesiegbare Sonne, Christus.
Sie taucht die Gräber in helles Licht.

Was endgültig begraben schien, blüht auf und lebt.
Ein Meer von Rosen wächst über das Totenfeld.
Die Rosen - die Sprache der Liebe.
Alle, die sterben mussten, und alle, die weinen am Grab,
sind geliebt, unendlich geliebt von dir, unserer ewigen Liebe.
Du kennst unsere Namen, und du r u f s t uns beim Namen.
Und wir dürfen erfahren:
Die Liebe hört niemals auf. Die Liebe kann nicht sterben.
Die Liebe ist stärker als der Tod.


Gebet:

Jesus,
Maria von Magdala weint.
Sie blickt nicht mehr durch.
Aber - sie liebt.
Und die Liebende erkennt,
dass der Tote lebt, dass du lebst,
dass alle leben, die zu dir gehören.

Danke,Jesus,
dass du uns rufst über den Tod hinaus.
Danke,Jesus, dass du uns liebst
grenzenlos, immer.
Text: Theo Schmidkonz SJ



El Amor es más fuerte que la Muerte

 
Sieger Köder
María de Magdala en la mañana de Pascua
Altar de Wasseralfinger, 1.970

Jesús,
la muerte de un ser querido, la muerte de un buen amigo,
duele profundamente.
María de Magdala perdió todo el Viernes Santo – te perdió a Ti.
En la imagen la vemos a la sombra del Gólgota.
Detrás de ella se eleva infinitamente, la vía sepulcral del mundo.

Tres lápidas judías dicen:
Todos tienen que morir, cada uno,
“el ser humano, el sabio, el loco”.
Pero demasiados mueren inhumanamente por hambre, guerras, huída,
en el infierno de los campos de concentración,
donde en la imagen señala el travesaño caído de una cruz –
en recuerdo de los campos de concentración de nuestra patria.

Jesús ¿lo recordamos aún verdaderamente?
Un casco gastado está caído en el camino.
Quien lo llevó está olvidado.
Olvidado de los seres humanos, pero no olvidado – por Ti.

Pues esto anuncia nuestra imagen:
Sobre María de Magdala enrojece el sol pascual,
el Sol invencible, Cristo.
Este Sol baña las tumbas con una luz clara.

Lo que definitivamente parecía enterrado, florece y vive.
Un mar de rosas crece sobre el campo santo.
Las rosas – el lenguaje del amor.
Todos, los que tuvieron que morir, y todos, los que lloran en la tumba,
son amados, infinitamente amados por Ti, nuestro Amor eterno.
Tú conoces nuestro nombre y nos llamas por él.
Y nosotros podemos experimentar:
El Amor no cesa nunca. El Amor no puede morir.
El Amor es más fuerte que la muerte.

Oración:
Jesús,
María de Magdala llora.
Ya no mira más.
Pero – ella ama.
Y la que ama sabe
que el Muerto vive, que Tú vives,
que todos los que Te pertenecen, viven.

Gracias, Jesús,
porque Tú nos llamas más allá de la muerte,
sin límites, siempre.
Texto: Theo Schmindkonz, S.J.