Blick durch's Steintor



Steintor-Skulptur des Bildhauers Christoph Wilmsen-Wiegmann (2000)
vor der Stiftskirche St.Vitus in Hochelten (Emmerich)
Fotos: H.Graab, Februar 2013


Der Barockgarten am Springenberg in Kleve wurde in den Jahren ab 1647 angelegt mit einer Sichtachse, die auf die Stiftskirche St.Vitus auf dem Eltenberg bei Emmerich ausgerichtet ist. Diese alte Sichtachse wird seit dem Jahre 2000 neu ins Bewußtsein gerückt durch eine Steintor-Skulptur des Bildhauers Christoph Wilmsen-Wiegmann. Das Steintor steht genau auf dieser Achse nur wenige Meter vor der Kirche. Von hier aus  geht der Blick durch das Tor hindurch über das weite Tal des Niederrheins hinüber zum Springenberg. Umgekehrt jedoch erschließt das Tor auch eine neue Sichtweise der Kirche selbst. Um diesen Blick auf die Kirche - im übertragenen Sinn -  soll es beim Bild des Monats März gehen:  

Das Steintor fokussiert den Blick - ja, auf was denn?
Ist auf dem ersten Foto hinter dem trüben Grau nahezu undurchdringlichen Nebels
wirklich eine Kirche zu erahnen?
In den Augen vieler von uns dürfte dieses Foto ein Symbol sein
für das Bild, das sich uns zur Zeit bietet beim Blick auf unsere Kirche.
Die Stichworte dazu sind uns allen bekannt.
Selbst Erzbischof Zollitsch meinte auf der Pressekonferenz der Bischofskonferenz in Trier:
“Bisweilen kann die gegenwärtige Situation bedrücken”.
Stellen auch Sie sich manchmal die Frage:
Wird der Nebel sich aufhellen?
Wann wird das geschehen? Werde ich das noch erleben?

Andererseits wissen wir alle um die alte Weisheit:
Die Sonne scheint auch hinter den dunkelsten Wolken.
Und daß sie irgendwann und immer wieder durchbricht -
das wissen wir auch; denn wir haben es oft und oft erlebt.
Und wenn man zudem mit 'guten Augen' auf die Kirche schaut,
erwischt man wohl zu jeder Zeit auch sonnige Momente -
wie etwa auf dem rechten Foto.
Im eher winterlich-dunklen Februar brauchte es sogar Geduld,
das zweite Foto rechts aufzunehmen.

Das enge Steintor selbst weckt auch Assoziationen mit dem Jesuswort:
"Geht durch das enge Tor!
Denn das Tor ist weit, das ins Verderben führt, und der Weg dahin ist breit, und viele gehen auf ihm.
Aber das Tor, das zum Leben führt, ist eng,
und der Weg dahin ist schmal, und nur wenige finden ihn." (Mt. 7, 13-14)

Natürlich gilt dieses Wort auch für die Kirche selbst und für ihren Weg durch die Zeit,
und es gilt ebenso für all diejenigen, die ihren Weg in die Kirche oder mit der Kirche suchen.
Da geht es ohne Zweifel vor allem um einen lebendigen Glauben
und um eine möglichst persönliche Gottesbeziehung.
Aber gerät darüber die Sehnsucht vieler nach einer Reform der Kirche selbst an Haupt und Gliedern
wirklich zur Nebensache, zur Konzession an den 'breiten Weg' einer Anpassung an 'diese Welt'?

Das Steintor mit dem Blick auf die Kirche kann anregen zur Suche nach Antworten auf Fragen wie diese:
* Die konkrete Gestalt der Kirche und ihrer (Leitungs-)Strukturen -
ist die jeweils Ausdruck des inneren Wesens von Kirche,
oder führt allein schon die Frage danach auf den 'breiten Weg ins Verderben'?
* Fragen nach dem Umgang mit Menschen in der Kirche,
Fragen nach der Rolle der Frau oder gar nach einer Öffnung der Weiheämter für Frauen,
Fragen nach dem Scheitern von Lebensentwürfen, z.B. in einer Ehe,
Fragen nach der sexuellen Prägung von Menschen,
und viele andere Fragen dieser Art -
sind allein schon diese Fragen und eine ernsthafte Auseinandersetzung mit ihnen
Konzessionen an den Zeitgeist und Schritte auf dem 'breiten Weg' der Anpassung an diesen Zeitgeist?
* Könnte es nicht sein, daß etliche Fragen dieser Art
genau in das Wesenszentrum der Kirche Jesu Christi stoßen?
* Wo genau befindet sich das 'enge Tor', und wo genau verläuft heute der 'enge Weg'?
* Und wo geraten wir und die Kirche insgesamt wirklich auf den 'breiten Weg ins Verderben'?



Mirada a través de la puerta de piedra

   
La escultura de la puerta de piedra del escultor Christoph Wilmsen-Wiegmann (2000)
ante la colegiata de St. Vitus in Hochelten (Emmerich)
Fotos: H. Graab, Februar 2013

El jardín barroco de Springenberg en Kleve fue plantado en los años desde 1647 con un eje visual, que estaba orientado hacia la colegiata de St. Vitus de Eltenberg en Emmerich. Este antiguo eje fue desplazado conscientemente desde el año 2000 mediante la escultura de la puerta de piedra del escultor Christoph Wilmsen-Wiegmann. La puerta de piedra está en este eje sólo pocos metros delante de la iglesia. Desde aquí la mirada va a través de la puerta más allá del valle de Niederrheins hacia Springenberg. Pero, por el contrario, la puerta abre también a una nueva vista de la propia Iglesia. Para esta mirada hacia la Iglesia – en sentido figurado – se debe ir a la imagen del mes de marzo:

La puerta de piedra focaliza la mirada – sí ¿pero de qué?
En la primera foto, detrás del gris mortecino de la casi impenetraba niebla,
¿verdaderamente se puede sospechar que haya una Iglesia?
A los ojos de muchos de nosotros esta foto podría ser un símbolo
de la imagen de nuestra Iglesia que desde hace tiempo se nos pone ante la vista.

Expresiones sobre esto son conocidas para todos nosotros.
Incluso el Arzobispo Zollitsch decía en la conferencia de prensa
de la Conferencia Episcopal de Trier:
“La situación presente algunas veces puede atribular”.
Propónganse ustedes alguna vez la pregunta:
¿Se aclarará la niebla? ¿Cuándo sucederá esto?  ¿Viviré yo aún?

Por otra parte, todos nosotros sabemos la antigua sentencia:
También hay sol detrás de las nubes más obscuras.
Y que él irrumpe en algún momento y continuamente-
esto también lo sabemos, pues lo hemos experimentado con frecuencia.
Y cuando además se contempla la Iglesia ‘con buenos ojos’
también se encuentran en todas las épocas momentos soleados-
como en la foto de la derecha.
En el mes de febrero más bien invernal y obscuro se necesitó paciencia
para captar la foto de la derecha.

La estrecha puerta de piedra también despierta incluso asociaciones
con la palabra de Jesús:
“¡Entrad por la puerta estrecha!
Pues la puerta ancha conduce a la perdición,
y el camino es ancho y muchos andan por él.
Pero la puerta, que conduce a la vida, es estrecha
y el camino es estrecho y pocos lo encuentran.” (Mt 7,13-14)

Naturalmente estas palabras son válidas para la propia Iglesia
y para sus caminos a través de los tiempos,
y son válidas también para todos aquellos, que buscan su camino
en la Iglesia o con la Iglesia.
Se trata, si duda, sobre todo de una fe viva
y de una relación que sea lo más personal posible con Dios.
Pero la nostalgia de muchos de una reforma de la Iglesia
incluso de la cabeza y de los miembros
¿cae en asuntos verdaderamente secundarios,
en la concesión de una adaptación del ‘camino ancho’ a ‘este mundo’?

La puerta de piedra con la vista de la Iglesia puede animar
    a la búsqueda de respuestas a preguntas como éstas:   
* La imagen concreta de la Iglesia y de sus estructuras (de dirección)
¿es la respectiva expresión de la esencia interior de la Iglesia
o conduce sólo a la cuestión sobre el ‘camino ancho que lleva a la perdición’?
*Preguntas sobre el trato con los seres humanos en la Iglesia,
preguntas sobre el papel de la mujer o incluso sobre una apertura
a la ordenación de las mujeres,
preguntas sobre el fracaso del proyecto de vida, p.e. en un matrimonio,
preguntas sobre el cuño sexual de los seres humanos
y muchas otras preguntas de este tipo-
¿ya sólo estas preguntas y una seria confrontación con ellas
son concesiones al espíritu de los tiempos y pasos por el ‘camino ancho’
para la adecuación al espíritu de esta época?
*¿No podría ser que algunas preguntas de este tipo
se clavasen en el centro esencial de la Iglesia de Jesucristo?
*¿Dónde se halla la ‘puerta estrecha’ y por dónde discurre exactamente
el “camino estrecho”?
*Y ¿dónde caemos nosotros y la Iglesia en su totalidad
en el ‘camino ancho que conduce a la perdición’?

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