Fragment des Corpus Christi aus spätgotischer Zeit
(um 1480), vermutlich schon als Leidenskreuz in der
Klosterkirche der Volkenrodaer Zisterziensermönche;
1971 aus dem Schutt der geschlossenen Kirche herausge-
rettet und auf einem Dachboden in Leipzig aufbewahrt;
1996 wieder nach Volkenroda gebracht und restauriert.
Jesus Christus ohne Arme,
mit Spuren der Verletzung und Zerstörung,
aus dem Schutt gezogen -
in Ihm ist Gott uns nahe in unseren Verletzungen
und Schmerzen,
so leidet Er mit in unseren Nöten und Einsamkeiten.
Der
Gekreuzigte lädt uns ein,
Ihm alles zu sagen, was uns beschwert.
Er versteht uns. Er hat selbst gelitten.
Er hat sich für uns Menschen
geopfert
- aus Liebe.
Gebet
Herr
Jesus Christus,
angesichts Deiner Wunden und Deines
Leidens
traue ich mich, die Nöte und
Verletzungen
meines
Lebens vor Dir auszusprechen:
Enttäuschungen, Schmerzen,
Einsamkeiten.
Ich darf dies ganz persönlich und
konkret
tun...
Es
ist gut, daß Du mich siehst und verstehst.
Dein Kreuz sagt mir, daß Du mich liebst.
Ich bin nicht allein in meinem Leid - Du bist mit mir!
Das macht meinen Weg leichter.
Amen.
El Crucifijo de la Iglesia del Monasterio
de Volkenroda
Jesucristo sin brazos,
con huellas de lesión y destrucción,
sacado de los escombros –
en Él, Dios se acerca a nosotros en nuestras heridas
y dolores,
de este modo Él co-sufre en nuestras necesidades y dolores.
El Crucificado nos invita
a decirle a Él todo, lo que nos pesa.
Él nos comprende. Él mismo ha sufrido.
Él se ha sacrificado por nosotros, los seres humanos – por amor.
Oración
Señor, Jesucristo,
ante Tus heridas y Tu Pasión
me atrevo a expresar ante Ti
las necesidades y heridas de mi vida:
decepciones, dolores, soledades.
Yo quiero hacer esto de forma muy personal y concreta…
Es bueno que Tú me veas y me comprendas.
Tu cruz me dice que Tú me amas.
Yo no estoy solo en mi sufrimiento – ¡Tú estás conmigo!
Esto hace más fácil mi camino.
Amén.
Dein Kreuz sagt mir, daß Du mich liebst.
Ich bin nicht allein in meinem Leid - Du bist mit mir!
Das macht meinen Weg leichter.
Amen.
El Crucifijo de la Iglesia del Monasterio
de Volkenroda
Fragmento del Cuerpo de Cristo del
gótico tardío
(hacia 1480), probablemente ya como Cruz de Pasión en la Iglesia
del Monasterio de Volkenroda de monjes cistercienses;
fue salvado en 1971 de los escombros de la Iglesia cerrada
y guardado en un desván de Leipzig;
en 1996 fue restaurado de nuevo y llevado a Volkenroda.
(hacia 1480), probablemente ya como Cruz de Pasión en la Iglesia
del Monasterio de Volkenroda de monjes cistercienses;
fue salvado en 1971 de los escombros de la Iglesia cerrada
y guardado en un desván de Leipzig;
en 1996 fue restaurado de nuevo y llevado a Volkenroda.
Jesucristo sin brazos,
con huellas de lesión y destrucción,
sacado de los escombros –
en Él, Dios se acerca a nosotros en nuestras heridas
y dolores,
de este modo Él co-sufre en nuestras necesidades y dolores.
El Crucificado nos invita
a decirle a Él todo, lo que nos pesa.
Él nos comprende. Él mismo ha sufrido.
Él se ha sacrificado por nosotros, los seres humanos – por amor.
Oración
Señor, Jesucristo,
ante Tus heridas y Tu Pasión
me atrevo a expresar ante Ti
las necesidades y heridas de mi vida:
decepciones, dolores, soledades.
Yo quiero hacer esto de forma muy personal y concreta…
Es bueno que Tú me veas y me comprendas.
Tu cruz me dice que Tú me amas.
Yo no estoy solo en mi sufrimiento – ¡Tú estás conmigo!
Esto hace más fácil mi camino.
Amén.