„…und ein Rauch steigt auf“





"...und ein Rauch steigt auf"
Installation von Achim Freyer in Sankt Peter Köln
vom 26.08. - 13.11.2016

"Er schaute gegen Sodom und Gomorra und sah:
Qualm stieg von der Erde auf wie der Qualm aus einem Schmelzofen." (Gen. 19,28)

"Der fünfte Engel blies seine Posaune. Und er öffnete den Schacht des Abgrunds.
Da stieg Rauch aus dem Schacht auf, wie aus einem großen Ofen,
und Sonne und Luft wurden verfinstert durch den Rauch aus dem Schacht." (Offb. 9,1-2)




„Hat’s hier gebrannt?“
fragte spontan ein Besucher der Kirche Sankt Peter,
als er sich unvorbereitet
mit der aktuellen Installation „…und ein Rauch steigt auf“
von Achim Freyer konfrontiert sah.
Unzählige verbrannte Holzstücke,
auf dem Boden des Kirchenraums arrangiert,
prägen die Ausstellung.
Irgendwo im Raum steigt tatsächlich Rauch auf.

 

Mir selbst stehen bei der Betrachtung dieser Brandspuren
unwillkürlich Bilder realer Brandruinen vor Augen,
die seit jenem Brandanschlag in Solingen vom Juni 1993
bis auf den heutigen Tag erschütternde Zeugnisse des Hasses
gegen Fremde und gegen Flüchtlinge sind.
Und wenn ich dann noch länger in Sankt Peter verweile,
tauchen auch Bilder aus meiner Kindheit
in den Tiefen der Erinnerung auf:
Der Flammensturm einer Augustnacht des Kriegsjahres 1943
und die noch tagelang rauchenden Trümmer,
als meine Heimatstadt und auch mein Elternhaus
zum Opfer eines vernichtenden Brandbombenangriffes wurden.



Tag für Tag rauchen heute die Trümmer zerstörter Städte,
rauchen kilometerweit niedergebrannte Wälder,
rauchen wilde Mülldeponien,
wird die Luft verpestet durch giftige Rauschschwaden.



„…und ein Rauch steigt auf“ -
Eine Kunstinstallation abgrundtief schwarzer Trauer?
Biologen sagen uns,
aus der Asche abgebrannter Wälder wachse bald neues Leben.
Die Erfahrung der Geschichte lehrt uns,
daß Menschen immer wieder neue Städte
auf den Trümmern der alten erbauen.
Und die Menschen selbst?
Die Opfer all dieses Niederbrennens, all der Zerstörung?



Vielleicht schärfte der Kirchenraum von Sankt Peter
dem Künstler den Blick für die konkrete Gestalt der verkohlten Hölzer.
Jedenfalls entdeckte er – vielleicht sogar absichtslos –
zwei Scheite, die sich zusammenfügen zur Gestalt eines Gekreuzigten.
Achim Freyer gab ihnen einen herausgehobenen Platz –
mitten in der Kirche, vor dem Altar:
Der zu allen Zeiten gekreuzigte Mensch?
Der gekreuzigte Christus?
Der gekreuzigte Gott?



Wird es für ihn ein Ostern geben?
Kann eine solche Anspielung Hoffnung schenken?
Hoffnung inmitten allen Leids und allen Todes?
Hoffnung selbst für die qualvoll Verbrannten???






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Achim Freyer wurde 1934 geboren. Nach einem Studium an der Berliner Meisterschule für Grafik und Buchgewerbe wandte er sich dem Theater zu (Meisterschüler von Bertolt Brecht an der AdK, Berlin). Seither ist Achim Freyer als Regisseur sowie als Bühnen- und Kostümbildner weltweit tätig.
Der Teilnehmer an der Documenta 1977 und 1987 realisierte Ausstellungen in Berlin, Bonn, Brüssel, Florenz, Hamburg, Moskau, München, Venedig, Wien und Tel Aviv.
Zu seiner Instasllation in Sankt Peter sagt Achim Freyer:
„Die ausbeuterische Selbstsucht der Machthabenden an Natur und Menschen führt zu einem schleichenden unaufhaltsamen Selbstlauf an Weltzerstörung – gleichnishaft ein ‚Sodom und Gomorrha’-Projekt naher Zukunft, in der der Begriff ‚Sünde’ eine neue Wertung erhalten hat.“




“… y sube un humo”

    


“…y sube un humo”
Exposición de Achim Freyer en Sankt Peter de Colonia,
del 26.08 – 13.11.2016

“Volvió la vista hacia Sodoma y Gomorra y vio la humareda que subía de la tierra,
era una humareda como la de un horno.” (Gn 19,28)

“El quinto ángel tocó su trompeta. Y abrió el hueco del abismo,
del que subía un humo como el de un gran horno,
y el sol y el aire se entenebrecieron con el humo del abismo.” (Ap 9,1-2)



“Aquí ¿se ha quemado algo?”
preguntó de forma espontánea
un visitante de la Iglesia de Sankt Peter,
porque él no estaba preparado
para la exposición actual… “y sube un humo”
se vio confrontado con Achim Freyer.
Innumerables trozos de madera quemados
colocados en el suelo del espacio eclesial
marcan la exposición.
Por alguna parte del espacio sube realmente humo.

A mí mismo la contemplación de estos rastros de fuego
me evocan de forma involuntaria imágenes reales de ruinas quemadas,
que desde aquel atentado incendiario en Solingen en junio de 1993
son hasta el día de hoy testimonios conmovedores del odio contra extranjeros y refugiados.
Y si me detengo mucho más atrás de Sankt Peter
me sumerjo también en lo profundo del recuerdo de imágenes de mi infancia:
en aquella tormenta de llamas de una noche de agosto de 1943
y las ruinas humeantes a lo largo de días,
cuando mi ciudad y también mi casa paterna se convirtieron en víctimas
de un ataque fulminante de bombas incendiarias.

Día tras día humean hoy las ruinas de ciudades destruidas,
humean a lo largo de kilómetros  bosques reducidos a cenizas,
humean vertederos de basura,
el aire está contaminado por la humareda tóxica.

“…y sube un humo”
¿Una exposición de abismal tristeza negra?
Los biólogos nos dicen que
de las cenizas de los bosques quemados crece pronto vida nueva.
La experiencia de la historia nos enseña,
que los seres humanos construyen continuamente nuevas ciudades
sobre las ruinas de las antiguas.
Y ¿qué sucede con los propios seres humanos?
Y ¿las víctimas de toda esta reducción a cenizas, de toda destrucción?

Quizás el espacio eclesial de Sankt Peter agudizó la mirada del artista
para el aspecto concreto de las maderas carbonizadas.
En todo caso él descubrió – incluso quizás sin intención – dos leños que se unen para formar la figura de un Crucificado.
Achim Freyer les concedió un lugar destacado
en medio de la Iglesia, delante del altar:
¿Se trata del ser humano crucificado de todos los tiempos?
¿Es Cristo crucificado?
¿El Dios crucificado?

¿Habrá para él una Pascua?
¿Puede ofrecer esperanza una alusión así?
¿Esperanza en medio de todo sufrimiento y de toda muerte?
¿¿¿Esperanza incluso para los quemados llenos de sufrimiento???





Achim Freyer nacio en 1934. Tras un estudio en la Escuela Superior de Berlín de grabados e industria del libro se dedicó al teatro (discípulo sobresaliente de Bertolt Brecht en el Adk de Berlín).
Desde entonces Achim Freyer trabaja como director y como diseñador de escenas y trajes universalmente.
Trabajó como participante en el Documenta 1977 y 1987 en las exposiciones realizadas en Berlín, Bonn, Bruselas, Florencia, Hamburgo, Moscú, Munich, Venecia, Viena y Tel Aviv.
Sobre su exposición en Sankt Peter dice Achim Freyer:
“El explotador egoísmo de los gobernantes sobre la naturaleza y los seres humanos conduce a una furtiva e irresistible auto-carrera hacia la destrucción del mundo, proyecto alegórico de ‘Sodoma y Gomorra’, que se acerca con el futuro, en el que la idea de “pecado” ha recibido una nueva valoración.”