Bild des Monats Oktober
Act of God / Höhere Gewalt
Augenblicklich zieht in Sankt Peter die Installation von Claire Morgan
die Blicke auf sich. Vierzehn Meter bis zur Decke erstreckt sich diese fragile,
an etwa 600 Nylonfäden hängende Skulptur.
Allerdings entsteht der Eindruck,
sie scheint von dort oben auf unsere Köpfe herabzustürzen.
„Höhere Gewalt“ nennt die Künstlerin diese Arbeit,
was dieses Empfinden eines auf uns niederfallenden Balls noch verstärken mag.
Mit diesem Titel spielt sie auf einen dramatischen, unkontrollierten Vorgang an,
einem Meteoriteneinschlag vergleichbar.
So schön und poetisch diese aus unzähligen bunten Polyethylenteilen zusammen gesetzten Kugel auch wirkt,
setzt sie sich doch kritisch mit dem zerstörerischen Potential des Menschen auseinander,
das sich nicht einfach auf höhere Gewalt und gottgegebene Kompetenzen berufen kann.
Schließlich ist Polyethylen der meist verwendete Kunststoff -
vor allem in Verpackungen, die die meisten von uns achtlos fortwerfen,
die in unfaßbaren Mengen schließlich ins Meer gelangen,
sich dort zwar in kleinste Teilchen zersetzen,
die sich aber wegen der hohen Beständigkeit von Polyethylen keineswegs auflösen,
sondern z.B. wesentlich zum Fischsterben beitragen.
Die junge in Newcastle in Nordengland lebende Künstlerin sieht die Installation
nicht als polemische Kritik an der von uns Menschen verursachten
Erderwärmung und der Zerstörung von Lebensräumen,
sondern als Appell, einmal eingeschlagene Wege rückgängig zu machen
und Dinge zum Guten zu wenden.
Einer der Betrachter hatte seine eigene, sehr bedenkenswerte Deutung der Installation:
Er meinte, man könne sie auch als den Einbruch des Heiligen Geistes in diese Kirche
und vielleicht auch in die Gemeinde von Sankt Peter deuten.
Seine Interpretation in Gottes Ohren!
Pfarrbrief von Sankt
Peter (27.09.2015)
und P.Heribert Graab S.J.
und P.Heribert Graab S.J.
Imagen del Mes de Octubre
Fuerza Superior
Momentáneamente la exposición de Claire Morgan atrae la mirada.
Esta frágil escultura colgante de aproximadamente 600 hilos de nylon se extiende catorce metros hasta el techo.
Sin embargo, da la impresión de que parece precipitarse desde arriba sobre nuestras cabezas.
“Fuerza superior” denomina la artista esta obra,
porque puede reforzar la sensación de un balón que cae desde arriba sobre nosotros.
Con este título alude a un suceso dramático e incontrolado,
comparable al golpe de un meteorito.
Hermosa y poéticamente también actúa esta bola compuesta de innumerables piezas multicolores de polietileno,
sin embargo, se enfrenta críticamente al potencial destructivo del ser humano,
lo cual no se puede hacer referencia a una fuerza superior y a las competencias dadas por Dios.
Finalmente el polietileno es el plástico más usado –
sobre todo en embalajes, que la mayoría de nosotros tiramos descuidadamente
y que en cantidades increíbles van al mar,
donde se descompone en partes pequeñísimas,
pero que a consecuencia de la alta duración del polietileno no se disuelven en absoluto,
sino que esencialmente contribuyen a la muerte de los peces.
La joven artista que vive en Newcastle, en el norte de Inglaterra,
no ve la exposición como una crítica polémica al calentamiento de la tierra y a la destrucción de espacios vitales
ocasionada por nosotros los seres humanos sino como una llamada a rescindir los caminos habituales
y a cambiar las cosas para bien.
Uno de los espectadores hizo su propia interpretación de la exposición digna de tenerse en cuenta:
él opinó que también se podía interpretar como la irrupción del Espíritu Santo en esta Iglesia
y quizás también en la parroquia de Sankt Peter.
¡Qué Dios escuche su interpretación!
Fuerza Superior
Momentáneamente la exposición de Claire Morgan atrae la mirada.
Esta frágil escultura colgante de aproximadamente 600 hilos de nylon se extiende catorce metros hasta el techo.
Sin embargo, da la impresión de que parece precipitarse desde arriba sobre nuestras cabezas.
“Fuerza superior” denomina la artista esta obra,
porque puede reforzar la sensación de un balón que cae desde arriba sobre nosotros.
Con este título alude a un suceso dramático e incontrolado,
comparable al golpe de un meteorito.
Hermosa y poéticamente también actúa esta bola compuesta de innumerables piezas multicolores de polietileno,
sin embargo, se enfrenta críticamente al potencial destructivo del ser humano,
lo cual no se puede hacer referencia a una fuerza superior y a las competencias dadas por Dios.
Finalmente el polietileno es el plástico más usado –
sobre todo en embalajes, que la mayoría de nosotros tiramos descuidadamente
y que en cantidades increíbles van al mar,
donde se descompone en partes pequeñísimas,
pero que a consecuencia de la alta duración del polietileno no se disuelven en absoluto,
sino que esencialmente contribuyen a la muerte de los peces.
La joven artista que vive en Newcastle, en el norte de Inglaterra,
no ve la exposición como una crítica polémica al calentamiento de la tierra y a la destrucción de espacios vitales
ocasionada por nosotros los seres humanos sino como una llamada a rescindir los caminos habituales
y a cambiar las cosas para bien.
Uno de los espectadores hizo su propia interpretación de la exposición digna de tenerse en cuenta:
él opinó que también se podía interpretar como la irrupción del Espíritu Santo en esta Iglesia
y quizás también en la parroquia de Sankt Peter.
¡Qué Dios escuche su interpretación!
Carta parroquial de
Sankt Peter (27.09.2015)
y P. Heribert Graab
y P. Heribert Graab